Agosto
Antes me gustaba agosto.
Antes, cuando el horizonte estaba lleno de posibilidades.
Y las noches eran cortas pero eran largas.
Y el whisky se bebía sin hielo.
Sin miedo.
Ahora que muchas certezas han caducado, agosto ya no es agosto, sino una transición.
Una mera cortina de humo.
Un pasatiempo.
La letra de un tango intenso y fugaz que dice que es un soplo la vida.
Y que veinte años no es nada.